Vídeos virales falsos

En la novela del Quijote, hay un momento en el que, creo recordar que fue el barbero, cuando salió en busca del Quijote, entro en un mesón, en donde el mesonero era un creyente de los libros de caballerías, él decía que necesariamente lo que contaban esos libros tenía que ser cierto,  pues tenían el permiso del Rey para ser publicados y el Rey, no podía engañar a su pueblo.
La credibilidad la supeditaba a la autoridad que le otorga a quien facilita la información, si el Rey permite que una cosa se publique, es que es cierto.
En la actualidad sigue pasando lo mismo, solo que ahora ese rango de autoridad que legitima es la televisión, y ahora que existe Internet, son los medios de Internet, sus webs, los que al publicar cosas son merecedores de credibilidad.
Al hacerlo así renunciamos a nuestro propio juicio, confiamos en que lo que se nos pone delante tiene la calidad de verdad, solo porque ha sido publicado.

Una productora australiana ha reconocido que ha estado creando vídeos falsos,  no por engañar sino por experimentar sociológicamente.
Fueron vistos en 180 países, incluso fueron publicados en medios de comunicación de los denominados "serios", como CNN, Fox, The Guardian y otros.

Muchísimas personas se creyeron que aquellas imágenes eran ciertas, lo parecían y además estaban publicadas por medios de información respetables, o en Webs de confianza, o nos lo pasaba algún conocido de alguna red social.


(No dejéis de ver éste vídeo)

Hay dos motivos fundamentales para crear vídeos o noticias falsas. El primero es comercial, las empresas en Internet necesitan de contenidos que atraigan o fidelicen visitantes a sus cuentas en las redes sociales,  También están dentro de las razones comerciales las guerras entre empresas, noticias que desprestigien a empresas de la competencia.
Otro motivo es el político, generar contenidos de tipo ideológico con la intención de orientar a las gentes hacia postulados ideológicos concretos.


El uso de las redes sociales,  requiere que sus usuarios seamos menos crédulos  y más críticos con lo que se nos ofrece.