martes, 22 de septiembre de 2015

La muerte y la distancia

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El suelo de la habitación estaba cubierto por losas en dos colores,  rojo y blanco, pero el rojo estaba descolorido y algunas losetas desportilladas.
Era una habitación rectangular y pequeña, estrecha y de paredes altas.
La luz entraba a través de los cristales  de una gran ventana, con una puerta de hoja doble de madera pintada de negro.
La puerta de la habitación; también pintada de negro, era alta, como lo eran las casas de aquella época,  en las que los techos se alejaban del suelo como si en ellas vivieran humanos gigantescos como sombras alargadas.

Para Carlos en ese momento, la puerta era extraordinariamente alta, le parecía enorme como también la distancia entre el suelo y el techo.
Carlos era un niño jugaba en el suelo, indiferente a lo que acontecía a su alrededor.
La luz del Sol empujaba la sombra de la ventana hasta hacerla caer alargada sobre los ladrillos blancos y rojos del suelo y sobre esa sombra Carlos jugaba.

Lo hacia con un crucifijo de madera pequeño de quince centímetros de largo, y un hombrecillo de metal  anclado a  él.
De cuando en cuando alguien le quitaba su juguete, entonces Carlos miraba hacia el lugar en el que un grupo de personas alrededor de una cama,  conversaban unas en voz baja y otras en silencio miraban.

Una y otra vez, aquel crucifijo cruzaba la habitación, de la cama hacia Carlos y viceversa, aunque a él no le importaba demasiado, se tumbaba en el suelo y miraba el techo que le parecía un cielo agrietado, observaba la luz que entraba y el polvo en suspensión que se dejaba ver en los limites del rayo solar.
El hombrecillo de metal iba y venía, las manos que se lo arrebataban se lo regresaban, mantenían una conversación que a él no le interesaba,  ajeno totalmente a lo que a los asuntos de aquella gente tan alta.
A esa edad, así, tumbado de espaldas mirando el techo,  todo es extraordinariamente alto y la vida  muy larga y es curioso,  que los techos de la infancia estén tan lejos y el techo de los muertos esté tan cerca de la cara.



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